A primera hora de este jueves, las protestas de los actores pararon la huelga después de 118 días porque, por fin, los estudios les garantizaron mejorar su paga y protegerlos contra las nuevas tecnologías.
¿Por qué pasa justo ahora?
Las últimas dos semanas de negociaciones
El 11 de octubre los líderes de la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) se retiraron de la mesa de negociaciones sin ninguna explicación. Fran Drescher calificó a este acto como “una táctica de intimidación”, razón por la que el gremio no cedió.
Finalmente, los representantes de Disney, Warner Bros., Netflix y Universal contactaron a Duncan Crabtree-Ireland, el principal negociador del sindicato de actores, para retomar la plática el 24 de octubre, pues a ellos les urgía acabar con la huelga para comenzar con la promoción de los Emmy y Oscares.
Desde entonces hubo reuniones y revisiones de propuestas de manera diaria, pero la contraoferta que los estudios dieron el 4 de noviembre, definida como la “última, mejor y definitiva”, abrió la posibilidad de levantar la huelga, sólo que les faltaba un último detalle: un plan contra las IAs que fuera viable durante tres años, lapso que tendrá que pasar para renovar medidas.
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¿Qué dice el acuerdo que lograron?
“Dijimos que sólo aceptaríamos un acuerdo justo, equitativo y respetuoso, y eso es precisamente lo que es este acuerdo”, contó Crabtree-Ireland a la prensa.
También dio un adelanto de lo que se estipuló: aumento del salario mínimo, más dinero destinado a los fondos de salud y pensiones, mayor porcentaje en las ganancias residuales que se obtengan de los servicios de streaming y protección contra la recreación de actuaciones mediante IAs.
Los detalles se revelarán después de este viernes, cuando los 160.000 actores sindicalistas voten a favor o en contra del nuevo acuerdo.
