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Hay dos caracteres que son capaces de erizar la piel de cualquier aficionado del automovilismo. Se trata de una letra y un número que denotan pasión, adrenalina y alto rendimiento: M3. No importa si eres fanático de BMW o no, si alguna vez te has sentado en este auto (la variante deportiva del serie 3) y más aún si lo has conducido, sabes que se trata de algo muy especial.

La historia del M3

Esta versión de alto rendimiento del sedán bávaro surgió en 1986 con el propósito de cumplir las normas de homologación del Deutsche Tourenwagen Meisterschaft, un serial de carreras en el que participaba la marca que requería que se produjeran por lo menos 5,000 unidades de los autos participantes.

La compañía buscaba cumplir un requisito burocrático para poder competir, pero inadvertidamente dio lugar a uno de los vehículos de alto rendimiento más populares de la historia. Desde la aparición de ese primer M3, cada nueva generación del serie 3 ha contado con una opción M.

El nuevo integrante de la familia

Por su aspecto, el auto más reciente (generación G80) es uno de los más controversiales. El elemento que siempre ha distinguido a los vehículos BMW es la parrilla frontal doble en forma de riñones. Es una característica que comparten hatchbacks, sedanes, SUVs y crossovers de la marca. Sin embargo, para el lanzamiento del M3 y el M4, el equipo de diseño decidió exagerar las proporciones de la parrilla y convertirla en el foco principal del auto.

El resultado de esta decisión es algo que ha dividido al mundo en dos: hay personas a las que les encanta el nuevo look del auto y otras que lo detestan. Lo cierto es que, más allá de la apariencia, que sin duda es agresiva y deportiva, lo verdaderamente importante está debajo del cofre. En la versión Competition que ves en las fotos que acompañan a este artículo, lo que encontrarás es un seis cilindros en línea turbocargado capaz de entregar hasta 510 hp, suficiente para un 0-100 en sólo 3.9 segundos.

Una cosa es tener potencia de sobra, pero otra es ser capaz de transmitirla hacia las ruedas de forma eficiente. Para lograrlo, el M3 utiliza una caja M Steptronic de 8 velocidades con el sistema Drivelogic. El cliente puede optar entre la opción de tracción trasera y tracción en las cuatro ruedas. El color Isle of Man Green (nuestro favorito entre las 17 opciones) y el techo de fibra de carbono con aletas le brindan una presencia difícil de igualar. ¿Cuánto deberás desembolsar por el gusto? Sólo 1,950,000 pesos. Vale cada centavo.

LOS NÚMEROS:

BMW M3 Competition en números
Motor: 6 cilindros con 2 turbocompresores
Potencia: 510 hp a 6,250 revoluciones
Velocidad máxima: 250 km/h
Emociones: infinitas

Fotos: cortesía BMW

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