Esta conocida estrategia de los “influencers” ha dado variantes tan descaradas como esta oferta.
La arquitecta compartió las ‘screenshots’ de la conversación.
El rugido de tripas más sonoro
Una arquitecta y diseñadora de interiores llamada Sofía Morales contó su experiencia con una supuesta influencer de Guadalajara, quien le propuso intercambiar su trabajo por publicidad.
Las capturas de los mensajes las publicó en su TikTok (@architektsofia), en donde la mujer, de identidad desconocida, le dice:
“Quiero regalarles a mis papás una remodelación completa (pensaba en un presupuesto de 160,000 pesos). Te comento que es una super oferta porque te estoy cobrando aprox. 2 pesos por cada follower que tengo. Publicaría un Reel de tu trabajo”.
Al darse cuente de que la ignoraron, la desconocida intentó con una medida desesperada:
“¿Me confirmas? Porque tengo muchos arquitectos que quieren trabajar conmigo, pero me gustaría poder ayudarte a ti”.
Por supuesto, Sofía continuó ignorándola.
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¿Los “influencers” son buena publicidad?
La protagonista de esta anécdota apenas cuenta con 100 mil seguidores en Instagram y 90 mil en TikTok, insuficientes hasta para considerarse influencer. Además de que los transformó en moneda, como si su valor se midiera así, parece que quería aplicar esta “oferta” porque la empresa aún no es tan conocida.
Las marcas pequeñas o nuevas caen en estos robos por inexperiencia y porque confían en que, de esos cientos de miles de personas, quizá el 15% les compren.
Lo cierto es que los “influencers”, incluidos los consolidados, no dan ganancias jugosas por su rostro. Es muy probable que ni siquiera veas el retorno del monto que les pagaste por publicidad.
Por ello, esto les funciona a marcas grandes que pueden derrochar y pagarles a celebridades con el “poder moral” para que el público no cuestione a las empresas ni a sus estrategias. ¿Verdad, Coca-Cola?