Juan Oyervides no es solo un nombre en la moda, es un estandarte de autenticidad. Desde pequeño, encontró en el arte un refugio frente al bullying que vivió en su natal Villahermosa, Tabasco. Entre pinceles, plumones y esculturas, desarrolló una estética propia que hoy es reconocida a nivel internacional.

De Tabasco a la Ciudad de México

Tras estudiar en Monterrey, Juan decidió mudarse a la capital para perseguir sus sueños. El inicio no fue fácil: vivió sin muebles, con un presupuesto de 100 pesos diarios y cosiendo desde su departamento. Pero la persistencia dio frutos; pronto, artistas y presentadores comenzaron a vestir sus diseños, impulsando su carrera.

Juan
Fotografía: InFluencer

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Del traje al fetiche

Aunque inició haciendo ropa para mujer y sastrería masculina, Juan sintió la necesidad de crear algo más personal. Así nació su marca de lencería para hombre, una propuesta arriesgada que desafió estereotipos y le cerró algunas puertas… pero también le abrió otras que nunca imaginó.

El boom en pandemia

El lanzamiento de su marca coincidió con la pandemia. El encierro y el auge del e-commerce hicieron despegar sus ventas, encontrando un nicho poco explorado: piezas provocadoras y con carga estética que conquistaron a clientes de todo el mundo.

La vitrina de Shark Tank

En 2022, Juan presentó su proyecto en Shark Tank México. Aunque no cerró trato, la validación de tres tiburones cambió la percepción de muchos sobre su trabajo y le dio un impulso mediático invaluable. Uno de ellos, Braulio Arsuaga, se convirtió en su coach de negocios.

Éxitos inesperados

No todos sus proyectos fueron un hit inmediato. Algunas piezas complejas, como una chamarra en la que invirtió tres meses, no tuvieron gran venta. En contraste, una playera diseñada para el Pride se volvió viral, vendiendo cientos de unidades en pocos días.

Resiliencia como bandera

Para Juan, la clave del éxito está en la resiliencia. “En el emprendimiento, los fracasos son más que los triunfos, pero hay que seguir creyendo en lo que haces”, afirma. Su trayectoria de más de 13 años es prueba de que la constancia puede más que la suerte.

Un legado de libertad

Más allá de vender ropa, Juan busca que sus clientes se sientan libres y orgullosos de ser quienes son. “Si me recuerdan como alguien que ayudó a que la gente se sintiera feliz consigo misma, habré cumplido mi misión”, dice con una sonrisa.

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@juanoyervides

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Fotografía: InFluencer