El nombre de esta mujer fue tendencia y morbo en las redes sociales pese a que nadie sabía su identidad.
El objetivo: evidenciar la rapidez con la que se riega la desinformación.
El control que ejerce el chisme
Una observación que viene perfecto para esta nota: “Los chismes son
nuestras piedras. Acaban con la reputación de alguien y lo
inhabilitan para convertirse en jefe”, dicha por el paleontólogo Juan Luis Arsuaga.
Es decir, para quitar poder, o en el caso de Trini, cuando el algoritmo nos mostró su nombre relacionado a frases como: “Qué fuerte lo que le pasó a Trini”, rápidamente hubo búsquedas exhaustivas para dar con la supuesta youtuber de contenido polémico por tres principales motivos: 1. Saber las desgracias de su vida, 2. Para juzgar si se lo merecía, o 3. Acabar con el misterio y la curiosidad.
No por nada, fue tendencia en Instagram, Facebook y TikTok.
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La irresponsabilidad de la desinformación
Otra de las caras del chisme es la desinformación, que, en casos más serios y en lugares como las redes sociales, se desvirtúa al grado de la cancelación pública más allá del entorno físico.
El influencer español, Kappah, quería dejarlo más claro y les pidió a sus 2 millones de seguidores que crearan un rumor simple, sin involucrar a nadie, para mostrar la facilidad con la que se difunden los contenidos sin bases comprobables.
Y vaya que fue rápido, pues esta propuesta la lanzó el 3 de marzo y, en dos días, ya era viral la inexistente Trini, un problema también agravado por los medios.
La reflexión para los usuarios es que sean responsables con la lectura, la investigación y, sobre todo, con la difusión y la crítica antes de arruinar a alguien.
Y, para quienes escribimos noticias, presentar los datos sin exagerar, pero sin ser vacíos, pues tampoco sirven los hechos sin mirada crítica.
@naneplays ¿Quien es Trini? #trini #quienestrini #quienes #youtuber #streamer #quehizotrini #humor ♬ sonido original – SINISTER
