Elon Musk no sólo se arriesgó al desaparecer un nombre tan importante en la cultura popular, sino que su plan malvado siempre tuvo un fin mayor al cambiarle a X.
Medidas que afectan a los usuarios
Desde que Musk adquirió Twitter en octubre del 2022, la empresa perdió la mitad de su valor, además de la confiabilidad, la mitad de sus ingresos publicitarios y, por supuesto, muchos usuarios.
Cada suceso lo ha “combatido” cobrándole a ellos, primero con una suscripción para mantener su insignia azul y, recientemente, para que no les limiten la lectura de tuits por día.
Pero otra polémica vino al cambiar el dominio de Twitter a X, pues al hacerlo tan apresurado, provocó que millones de usuarios quedaran vulnerables a ataques cibernéticos, esto porque a la página principal pudieron colarse sitios maliciosos con dirección similar.
Hablando de ello, 900 empresas están registradas con la letra ‘X’ y podrían reclamarle a Elon Musk el nombre.
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Una superapp se está cocinando
El concepto que Elon Musk desea para ‘X’ lo habló desde la adquisición de Twitter: Quiere su propio WeChat, una app china de mensajes instantáneos en la que se puede pedir taxi o comida, pagar el agua, jugar, enviar dinero y hasta sacar citas médicas.
Así, el primer plan para el proyecto ‘X’ es la opción de manejar dinero desde ahí y que las empresas postulen sus vacantes.
