El joven influencer anglo-italiano se convertiría en el primer santo ‘millennial’ de la Iglesia católica, ya que le atribuyen dos “milagros” médicos.
Su camino de evangelización
Nacido el 3 de mayo de 1991, en Londres, y mudado a Milán pocos meses después, Carlo Acuti demostró ser muy devoto desde su edad escolar.
Después, y como muchos adolescentes, gustaba de los videojuegos, pero lo que lo hacía diferente era su talento en la informática y su compromiso con la predicación, por lo que creó un sitio web, pionero en estos materiales, donde documentó 136 “milagros” y apariciones de la Virgen María con fotografías.
Además, ayudaba a los ancianos, daba sus ahorros a las personas ‘sin hogar’ y era voluntario en un comedor.
Lamentablemente, murió el 12 de octubre del 2006 por leucemia. Aunque, a partir de aquí, ganó el apodo de ‘el influencer de Dios’.
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Dos “milagros”
Su culto comenzó directamente con las personas que Carlo ayudó y, muy pronto, su historia fue conocida por el mundo.
Hay más de 200 sitios web, en diferentes idiomas, donde se le adora y donde otros jóvenes escriben cómo se convirtieron al catolicismo por él.
En el 2020, el Papa Francisco lo beatificó por, supuestamente, curar a un niño brasileño de su páncreas anular, pues este les pidió a los restos de Carlo el milagro de “ya no vomitar” (¿?).
Un segundo “milagro” “sucedió” con Valeria Valverde, una costarricense de 21 años que sufrió un traumatismo craneal por un accidente en bicicleta. Tras sus pocas esperanzas de vida, su madre fue a Asís, a la tumba de Carlo, para pedirle por su sanación. Al día siguiente, según, habló y pudo moverse.
Este segundo “hecho” inició su proceso de canonización el 23 de mayo del 2024, el cual sigue discutiéndose en el Vaticano. De lograrse, podría nombrarse como “Patrono de Internet”.
Esa Iglesia y sus métodos para no perder relevancia.
