Las túnicas que usan los religiosos Fremen en esta ficción, han provocado el malestar del pueblo árabe por apropiación cultural de salvador.
Estados Unidos y su cine estadunidense
Este subtítulo no es irónico. Sabemos que el gobierno de Estados Unidos se percibe como “el salvador del mundo”, y ‘Dune’, obra literaria escrita por Frank Herbert, no dista nada de esa autoimagen.
Tal como recalcó la crítica de la reciente adaptación cinematográfica, ‘Duna: Parte Dos’, la trama muestra a un mesías extranjero, blanco y colonialista — Paul Atreides, el personaje de Timothée Chalamet— que quiere “salvar” al pueblo Fremen, unos salvajes, nómadas y religiosos que viven en el desierto.
Aunque la reflexión del autor es que no confiemos nuestros problemas a los “héroes blancos”, a quienes está retratando como ingenuos son a los musulmanes y, como los otros malos, al fanatismo por Mahoma y a las autoridades del islam, ya que Herbert se inspiró en un enfrentamiento cultural y religioso real: La Revuelta Árabe.
Qué sorpresa, algunos usuarios dijeron que era sólo una autocrítica al colonialismo e imperialismo.
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Los árabes se quejan
Otras críticas de Internet, menos escandalosas, pero igual de importantes, se enfocaron en las túnicas de los Fremen y, en especial, en el momento que Lady Jessica Atreides —interpretada por Rebecca Ferguson— adopta una vestimenta que no es la suya para manipular a los religiosos.
Algunos árabes lo tomaron como un robo de su ropa típica, usada en Medio Oriente y el Norte de África, además de una falta de respeto por no contratar actores más parecidos a su gente.
Otros lo defendieron como un detalle intencional para señalar, nada más ni nada menos, que a la apropiación cultural como medio de manipulación.
Así, parafraseando al creador de ‘Dune’, no confiemos en estos debates mientras las desigualdades del poder las vivimos a diario.
