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Al ser el segundo yate más grande del mundo, sus dimensiones dificultaron su atraque en los muelles del Puerto Everglades en Florida que están destinados para estas embarcaciones.

Ricos siendo ricos

La vanidad de tener propiedades más grandes y más lujosas que las de otros magnates es, sin duda, unas de las motivaciones más frívolas.

El superyate ‘Koru’ de Jeff Bezos, fundador de Amazon, es un ejemplo, pues sus 3,000 toneladas de peso, 127 metros de longitud y 3,500 metros cuadrados no tienen los suficientes camarotes para los 40 miembros de la tripulación.

Como lo primordial es que la embarcación esté equipada con los lujos necesarios para Jeff, su prometida, Lauren Sánchez, y sus invitados, los demás duermen en el buque de apoyo llamado ‘Abeona’, el cual mide 75 metros de largo.

Es decir, son dos gigantes que contaminan demasiado. Tan sólo el Koru produce 7,154 toneladas de gases de efecto invernadero al año, 447 veces más que un ciudadano común.

¿El problema? Que según Jeff Bezos gasta millones de dólares para combatir el calentamiento global.

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No cabe en el muelle

El juguetote de 500 millones de dólares no pudo anclar en Puerto Everglades, Fort Lauderdale (Florida), junto a otros yates porque es muy grande. ¡Qué tragedia!

Esto obligó a que el Koru atracara en donde buques industriales, como el petrolero Hafnia Kallang y el quimiquero STI Texas City. Y, para hacerlo, bloquearon el Sistema de Identificación Automática (AIS) y los detalles de la embarcación para que todo fuera secreto.

Esto le costará 22,000 dólares en total durante los diez días que esté en el muelle.

Todo por expandir la presencia de Amazon, quien tendrá nuevas oficinas en Miami y a un nuevo residente: Jeff Bezos.

Jeff
Fotografía: Getty
Proteo

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