Pinocho es la mejor película de animación y le arrebata el premio a Turning Red de Disney.
Sorpresa no tan sorpresiva
Ayer, en California, se realizó la 80ª edición de los Globos de Oro donde supimos quiénes podrían ser los ganadores durante el 2023, pues estos premios son el inicio de la agenda cinematográfica.
Un ganador que era evidente fue Guillermo del Toro con Pinocho, quien se llevó la estatuilla a Mejor película animada y se espera que arrase en el resto de ceremonias. Así fue el discurso del director tapatío:
“Ha sido un gran año para el cine de todos los tamaños. Un año de grandes cambios, de películas ambiciosas y de películas íntimas, por lo tanto, ha sido un gran año para la animación porque la animación es cine”.
La cinta también estaba nominada en las categorías Mejor banda sonora y Mejor canción original que no ganó porque, para ser justos, es su punto tambaleante debido a lo mala que es la música.
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Merecido Globo de Oro
Pinocho generó mucha emoción por el nombre de Guillermo del Toro, garantía de calidad y de fantasías que cautivan.
Y no le falló al público. Las críticas elogiaron a Pinocho por la belleza de la técnica stop-motion —un lujo por el trabajo enorme que conlleva— y la combinación de seres mágicos dentro de un escenario realista como lo fue la Italia de entreguerras.
La propuesta es diferente, más aún, si la comparamos con las otras nominadas. Mientras Pinocho no es infantil —omitiremos que tiene errores narrativos muy notorios— y nos da reflexiones sobre los niños soldado, los horrores de la guerra, la paternidad comprensiva y el valor de la vida, Disney repitió su fórmula en Turning Red al decirnos todo de manera alegórica mediante personajes exagerados. Ni qué decir de otro refrito innecesario como Gato con botas: el último deseo.
El merecimiento está bien justificado.
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