Comparte la nota

Anya Taylor-Joy y Malcolm McRae se casan secretamente en un juzgado de Estados Unidos a un año de mantener una relación de noviazgo.

Malcolm McRae y Anya Taylor-Joy, primera foto para nota web

¿Será verdad?

Desde ayer (18 de julio) nació el rumor que Anya Taylor-Joy, protagonista excepcional de Gambito de Dama, se unió por lo civil con su novio Malcolm McRae.

Ninguno ha confirmado la boda, esta información fue dada al medio Page Six por allegados de la pareja. En esa nota exclusiva, la revista comenta que la boda se realizó en un juzgado de Estados Unidos, aunque sin mencionar la ciudad exacta.

También aseguran que los novios planean una boda más grande.

Malcolm McRae y Anya Taylor-Joy, segunda foto para nota web

Discreción

Ambos son recelosos de su vida íntima, por lo que no se sabe cuándo realmente inició su romance.

Por un lado, en la cuenta de Instagram de Anya, la primera fotografía donde aparece Malcolm se posteó en el San Valentín del 2021.

Mientras que en el Instagram de Malcolm, la foto que confirmó algo entre ellos tiene fecha de julio del 2021. Mucho antes de hacerlo oficial durante la alfombra roja de Vanity Fair en marzo de este año.

De hecho, lo único que sabemos directamente de Anya es que viven juntos. Las suposiciones de su compromiso, que ya llevaban algunas semanas, apenas se hacen realidad gracias al lujoso anillo verde con el que se le vio hoy en Sydney.

¿Y quién es Malcolm McRae?

Un joven de Alabama que salió de los concursos de talentos. Es un actor emergente de cortometrajes. Su cumpleaños coincide con el de su amada: el 16 de abril, sólo que él nació dos años antes. Se dedica principalmente a su proyecto de pop-rock llamado More*, dúo que forma con el actor y compositor Kane Richotte. Los reflectores que obtuvo a partir de este romance, también dejó ver a un hombre fashionista con gusto elegante, catalogando a la pareja como una de las más atractivas de Hollywood.

Fotografías: Getty.

También te recomendamos: Ben Affleck y Jennifer López se casaron en Las Vegas.


Comparte la nota