Es el más reciente invento de Not Impossible Labs: un chaleco que ya fue usado en conciertos y que vibra por diferentes partes según el instrumento que entre en acción.
Un DJ fue la inspiración
El concepto físico de la música es simple: vibraciones que viajan a través del aire y chocan con algún cuerpo, pero sólo uno sensible puede captar sus propiedades, como el tacto.
Mick Ebeling, el fundador de Not Impossible Labs, se inspiró de otro ejemplo: cuando vio un video donde un DJ con sordera redirigía el sonido de los bajos hacia el piso mediante altavoces, esto para que los asistentes pudieran sentir la música en sus pies descalzos.
Mick quiso mejorar esa experiencia para que las personas con discapacidades auditivas perciban cualquier tipo de música en cualquier momento.
La primera idea era transmitirla directo al cerebro, aunque pronto se decantó por hacer un dispositivo con tecnología háptica que todos puedan disfrutar.
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Primeros usos y cómo funciona
El primero, creado hace casi 10 años, era muy pesado, y no logró traducir con sensibilidad y precisión a la música.
En 2016, Lady Gaga adquirió una versión mejorada para ofrecerlos durante su gira ‘Dive Bar’.
El actual se perfeccionó desde el 2018 al ubicar 24 elementos sonoros, todos de manera individual, para que reaccionen en distintas partes del cuerpo cuando se transmite una pieza. Se compone de un chaleco, dos muñequeras y dos tobilleras, las cuales son ajustables en talla, en intensidad de movimiento y en ecualización.
Desde el 2021, Music; Not Impossible colabora con el Lincoln Center de Nueva York para que en sus conciertos se usen los chalecos. De hecho, el objetivo de venta son los recintos y particulares, a quienes Mick y su equipo les ofrecen paquetes para eventos.
Por cierto, los dispositivos hápticos que Coldplay ofreció durante el tour “Music of The Spheres” son de la empresa KultureCity.
