Aunque ambas están bien, la impotencia y el coraje que Lesslie siente es por la reacción que tuvo el padre del menor a la hora de responsabilizarse por los daños.
El peligro de ser permisivos
A través de su canal de difusión de Instagram, Lesslie Polinesia relató su frustrante vivencia a causa de un accidente de tránsito, y que, seguro, muchos se identificarán por la respuesta abusiva que obtuvo:
“El día de hoy [jueves 21 de marzo], mi mamá y Alquimia viajaban en una camioneta hacia casa, cuando un niño, muy pequeño y aún con uniforme de la escuela La Salle, manejaba un vehículo y cruzó la calle con su auto rojo sin precaución, impactando contra la camioneta.
Afortunadamente, mi mamá y Alquimia están bien. Sin embargo, tras la llegada de los ajustadores de seguros, el padre del niño apareció y se mostró intransigente, negándose a aceptar la responsabilidad del accidente.
Ahora, el padre del niño afirma tener contactos en la fiscalía que resolverán la situación rápidamente, por lo que llevará los vehículos al corralón.
Me frustra que no se reconozca el peligro que el niño pudo haber causado a una familia y que los padres actúen con tal arrogancia, utilizando sus influencias en el gobierno para evadir las consecuencias”.
Por cierto, la bebé de Lesslie, Alquimia, tiene apenas tres meses de edad.
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La maldita corrupción mexicana
Dejando a un lado la cuestión sobre si el niño era consciente de sus actos, fue este adulto berrinchudo el que demostró que no le importa si por sus descuidos también pone en peligro a su hijo.
Y sí, no salieron heridos los involucrados, pero a la mayoría nos enoja que un castigo justo sea perdonado por la corrupción. Pero, ya ven, dicen que la justicia es igualitaria.
